CONSTRUYENDO EL SIGNIFICADO DEL CUIDADO AMBIENTAL: UN ESTUDIO DE CASO EN EDUCACIÓN SECUNDARIA

1. INTRODUCCIÓN

Si nos remontamos a la forma en que los seres humanos nos hemos apoderado de la tierra y de cómo hemos utilizado los recursos a veces sin hacer juicios razonables desde un punto de vista de que somos los únicos y lo que hay a nuestro alrededor no importa, nos hace pensar en que nuestras actitudes y comportamientos han convertido al medio sólo en un objeto permanente de conquista.

El uso de la tecnología inmoderada y la compra irreflexiva de productos innecesarios y que provocan grandes problemas de contaminación, han permitido volver la mirada hacia las actitudes de los alumnos y los mismos profesores con respecto al cuidado del ambiente, observando que la mayoría de ellos no tienen una conciencia ecológica que permita la preservación de su propio entorno; nuestra conducta es egoísta e individualista, así pues tiramos la basura en cualquier lugar, no importando que sea nuestro propio salón de clase o el lugar en el que trabajamos.

“Sí bien es cierto que la llamada cuestión ambiental no es nueva, no es menos verdad que en las últimas décadas, la humanidad ha visto como la explosión demográfica y el uso indiscriminado de los recursos están produciendo graves alteraciones en el equilibrio del planeta. La contaminación de las aguas, los procesos de desertificación creciente, la reducción de la capa de ozono, etc., ponen sobre aviso no sólo a los gobiernos, sino a los ciudadanos en general, de que se hace necesario a nivel colectivo, un replanteamiento de la conducta del hombre en relación con la naturaleza y el legado cultural de su historia” (Morossini, 1998:2).

De seguir las tendencias actuales se hace incierto el futuro:

 “la crisis radica en que la mayoría de nosotros y en especial nuestras instituciones, seguimos los conceptos y valores de una visión del mundo ya caduca, una visión que es inadecuada para afrontar los problemas de un mundo como el nuestro” (Capra, 1999:77).

Los cambios de comportamiento respecto al medio natural, no se producirán realmente hasta que la mayoría de los miembros de una sociedad, no hayan asimilado la nueva concepción y los valores positivos respecto al ambiente, para concebir una manera diferente de vivir.

Es necesario un cambio en las conductas de los individuos, que el habitante de cada región llegue a sentirse ciudadano responsable respecto al medio natural y sociocultural que le rodea. El cambio hacia el paradigma de la ecología profunda resulta ahora crucial para nuestro bienestar, una nueva visión del mundo y un nuevo modo de pensamiento, junto con un cambio profundo de valores.

Esto hace pensar, en la educación como un instrumento eficaz para incidir en los comportamientos colectivos, educación en sentido amplio y en sentido permanente que se inicia en la escuela y que debe continuarse a lo largo de toda la vida del hombre.

No sólo se trata de educar desde el medio ambiente usando el entorno escolar como un recurso instructivo de primer orden, sino también enseñar acerca del medio, facilitando la información y conocimientos básicos respecto a las cuestiones ambientales; además es necesario, que dicha educación abarque el uso correcto de la naturaleza y del patrimonio histórico, de modo que los estudiantes y no sólo ellos, sino cualquier ser humano, aprendan a ver los problemas no sólo por referencia a sus necesidades inmediatas, sino con una visión que les permita saberse a sí mismos como elementos que interaccionan con otros en un conjunto dinámico.

La educación, entonces, no puede basarse sólo en aspectos informativos, sino que requiere un cambio o adecuación positiva en las conductas y en las escalas de valores de la población, respecto del medio que les rodea.

Parece pues obvio que el panorama ambiental que percibimos diariamente necesita medidas de actuación urgente, la escuela en su labor pedagógica debe poner en contacto al estudiante con el medio natural y los problemas ambientales de su localidad; ante la problemática actual es necesario reconocer la necesidad de un cambio de actitud en la formación de valores, para el respeto, conservación de los recursos del medio natural a través del análisis de los problemas ambientales, regionales y mundiales; es decir, poner en práctica una serie de actividades educativas encaminadas hacia la conciencia social.

Desde principios de los 80s se ha reconocido un necesario cambio social en el ámbito de los valores, actitudes y nuevos estilos de vida; para llegar a adquirir actitudes y hábitos de conducta acordes con principios o normas libremente asumidos:
“resulta imprescindible crear situaciones de aprendizaje en la que el alumnado tenga la oportunidad de plantearse y analizar problemas o acontecimientos que entrañen conflictos de valor, de debatir libre y racionalmente acerca de ellos, manifestando las propias opiniones y respetando las de los demás y de adoptar la posición que consideren más justa y convincente” (Ministerio de Educación y Ciencia, 1999:147).
Es por ello, por lo que la pedagogía del medio ambiente, atiende con especial interés a la formación de actitudes, la participación social de los alumnos, etc., como base sobre las cuales pueden ir madurando una personalidad activa y responsable.

1.1. Problematización

El estudio detenido de nuestro entorno, manifiesta el fuerte cambio que el hombre ha introducido en él mismo, fruto de un desbordante desarrollo tecnológico. La actividad humana entraña en muchos casos, graves riesgos de transformaciones ecológicas negativas, particularizándose sus efectos sobre los distintos componentes de los ecosistemas en distinta medida, en función de la actividad.

Así, la educación ambiental, es una propuesta que debe contribuir a superar el deterioro del medio en un contexto de crisis económica y política, de valores y de conocimientos, en un mundo sostenido por el mercado y los procesos de globalización. Permite la formación de actitudes y la capacidad, por parte de los educandos de adquirir destreza para llegar a evaluar los problemas de su propio entorno y participar activamente en las soluciones de los mismos.

“Es necesario que se comprenda que no se trata ya de conquistar el mundo, sino de vivir en él. Es preciso aprender qué supone y qué es estar en la naturaleza como hombre, cómo construir un puente sin talar un bosque o cómo producir sin contaminar” (Díaz, 1990:2).

Las políticas ambientales en México, tienen sus antecedentes y marco legal en la Carta Magna de 1917, puesto que desde principios de siglo fueron considerados los recursos naturales como un bien patrimonial al reconocerse el derecho de propiedad original que tiene la nación sobre ellas y al establecerse el derecho de la misma a regular su aprovechamiento (Aceves, 2000), no obstante el surgimiento de la educación ambiental se considera a fines de los años 60 y principios de los años setentas, en que se da un creciente interés para impulsar acciones entre los países con respecto al cuidado del ambiente y el aprovechamiento racional de los recursos naturales.

Sin embargo, sólo fueron percibidas cuestiones ambientales desde el entorno mismo y no sus implicaciones sociales. Como refiere Novo (1999:113):

“costó trabajo que se entendiera que medio ambiente no era solo un ecosistema natural, sino que la ciudad, los sistemas económicos, etc., también eran sistemas ambientales de enorme incidencia en los impactos globales”…….la educación ambiental es una construcción social históricamente situada que se muestra como una diáspora de discursos sobre lo ambiental y sobre lo educativo” (González E., 1999).

“A diferencia de otros países que desde hace varios años han incorporado, formalizado, redigerido e inclusive cuestionado a los planteamientos paradigmáticos mencionados, en México se presenta un rezago acusado en esta materia, pues no se ha logrado hacer penetrar en la agenda oficial a la educación ambiental” (García, 2003).

Se habla de problemas ambientales los cuales han aumentado a tal grado hasta llegar a percibir una crisis ambiental a la cual se debe buscar una pronto solución pero no de manera individual sino dando un carácter global, “tales soluciones no solo deben ser tecnológicos sino deben sustentarse en los valores que la sociedad manifiesta ya que es a través de ellos que se erigen las decisiones humanas, las cuales tienen que ver con esa crisis ambiental” (Martínez, 1995:25).

La idea que se tiene para implementar a la educación ambiental, es que los problemas ambientales se deben a la falta de conocimientos, lo que puede solucionarse mediante una información apropiada.

“En este caso se trataba de promover el establecimiento de vínculos afectivos con el entorno, suponiendo que dichos lazos producirían una actitud de defensa del mismo, próxima a las posiciones ecologistas” (Alda, 2004).

Ya para la década de los 80s, el deterioro ambiental se comienza a vislumbrar por la ciudadanía en general como un problema que atañe a todos y que por concerniente se debe participar de manera conjunta: organizaciones ecologistas, escuelas, ciudades, etc.

En la actualidad, la educación ambiental trata de integrar los conocimientos con las actitudes y con las acciones, es decir, ya no solo hay que informar sobre un determinado problema ambiental, sino más bien de encontrar respuestas o soluciones para detener y evitar el deterioro ambiental; aún mas se trata, de asumir y comprender el problema y actuar sobre él.

El sector salud en México fue el primero en abordar la temática ambiental debido a los problemas generados por la contaminación en las grandes ciudades; posteriormente el sistema educativo integró programas que abarcaron esta cuestión, en la actualidad se está vislumbrando a la escuela como el medio promotor de los programas ambientales que ayudan a propiciar en gran medida un cambio de actitud con respecto al medio ambiente.

En el Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000 se señaló que “la protección del ambiente es una de las más altas prioridades…”, lo que generó un despliegue de esfuerzos de los que se derivaron diversas acciones educativas, “esa educación debería preparar al individuo, mediante la comprensión de los principales problemas del mundo contemporáneo, proporcionándole los conocimientos técnicos y las cualidades necesarias para desempeñar una función productiva con miras a mejorar la calidad de vida y proteger el ambiente, prestando atención a los valores éticos” (González, 1999:108).... “se debe entender a la educación ambiental como un nuevo enfoque, de tal manera que se formen ciudadanos responsables, destinados a mejorar la calidad de vida mediante la apropiación de valores ecológicos” (Ortega, 1999:145).

Hablar de calidad de vida involucra una serie de factores como son productos o servicios públicos que sean buenos, lo que incluye percibir un entorno deteriorado, en donde los bosques han desaparecido, el agua y el aire ya no son puros un medio alcanzado por el desarrollo económico y tecnológico (Camps, 1998). “La educación ambiental no puede limitarse a la difusión de conocimientos sobre el medio ambiente, sino que debe ayudar a la humanidad a poner en cuestión sus falsas ideas sobre los diversos problemas ambientales y los sistemas de valores que sustentan tales ideas: la educación ambiental deberá apuntar a establecer un nuevo sistema de valores” (Palma, 1998:11).

A través de la educación ambiental, se pretende que haya una conducta responsable, no solo por medio de la adquisición de conocimientos sobre el medio ambiente y su problemática, sino a su vez por medio de estrategias para actuar sobre el medio y para el medio, es decir, comprender la importancia que tiene mantener una calidad ambiental y a su vez poder resolver la problemática que conlleva a dicha calidad ambiental.

Es necesario entender que, el concepto de educación ambiental ha pasado de ser meramente informativa a tener una visión integral que involucre sociedad-naturaleza a fin de obtener un beneficio mutuo, debe entonces obedecer a necesidades tangibles que reconozcan la manera concreta de utilizar los recursos y que fomente el desarrollo de una cultura ambiental. En los últimos años, la problemática ambiental se ha acentuado, trayendo consigo consecuencias evidentes y estimulando, por ende, cuestionamientos específicos de investigación, entre los cuales nos interesa destacar: ¿qué actitudes están presentes en los alumnos con relación al deterioro del ambiente?, ¿qué características del comportamiento adolescente son favorables para construir una nueva pedagogía ambiental? y ¿cómo participan los docentes en el proceso enseñanza aprendizaje para favorecer el cuidado del ambiente?

1.2. Objetivos

Para la presente investigación se plantearon los siguientes objetivos de trabajo:

  1. Evaluar el significado semántico construido por los alumnos de secundaria en relación con el deterioro ambiental.
  2. Analizar los valores y actitudes que se fomentan en el alumno de secundaria sobre el entorno natural y su problemática.
  3. Analizar las características del proceso de enseñanza aprendizaje que podrían favorecer la educación ambiental en secundaria.

2. MÉTODO

La presente investigación se llevó a cabo utilizando una metodología cualitativa que se desarrolló bajo situaciones naturales, es decir, estudiando desde su contexto natural los fenómenos en los términos que los alumnos y los profesores manifestaron.

El enfoque cualitativo proporciona profundidad en la comprensión de los datos, ya que establece como objeto de estudio los aspectos emocionales y contextuales de la respuesta humana; por medio de este estudio se generaron ideas provenientes de la experiencia directa con los alumnos y profesores, prestando especial atención a sus palabras, comportamientos y lenguaje; como lo menciona Hernández (1998:91) “A través de esta metodología, se pretende la comprensión e interpretación de las conductas y su vinculación con las pautas del grupo”.

“La frase metodología cualitativa se refiere en su sentido más amplio a la investigación que produce datos descriptivos: las propias palabras de las personas, habladas o escritas y la conducta observable” (Taylor y Bogdan, 1992:3).

“Con la admisión de la metodología cualitativa, se pasa de la descripción y explicación de los fenómenos y situaciones sociales desde la distribución de frecuencias y correlaciones, al análisis e interpretación “subjetiva” de los mismos a partir del discurso. Ahora no se busca en el exterior del comportamiento humano, sino en la lógica de su interioridad” (Rubio y Varas, 1999:235).

Dentro de la metodología cualitativa, se encuentra el estudio de caso, que se utiliza “como una herramienta de investigación ampliamente en el ámbito clínico y en el campo social, como una forma de ayudar a comprender los fenómenos humanos, de modo que ofrece una comprensión más profunda de los mismos” (Balcázar, 2002:82), de esta forma “el diseño del estudio de casos se inscribe dentro de la lógica que guía las sucesivas etapas de recogida, análisis e interpretación de datos de los modelos cualitativos, con la peculiaridad de que el propósito de la investigación es el estudio intensivo y profundo de uno o pocos casos de un fenómeno” (Pérez, 1994:208).

Por otra parte consiste en “una descripción y análisis detallados de unidades sociales o entidades educativas únicas” (Latorre, Del Rincón y Arnal, 1996:233). Un estudio de caso, permite llevar a cabo una investigación en un periodo corto de tiempo “y resulta útil tanto como método de investigación basado en la descripción y análisis de una situación social determinada, como cuando constituye una estrategia didáctica para comprender e interpretar hechos y situaciones sociales” (Balcázar, 2002:83).

Merriam, (1990) señala que un estudio de caso cuenta con cuatro propiedades esenciales, es particular por que se dirige en forma específica a un evento, programa o fenómeno; es descriptivo porque pretende realizar una rica e intensa caracterización del fenómeno de estudio; es heurístico en virtud de que ilumina al lector sobre el compromiso del caso y, es inductivo, puesto que se obtienen generalizaciones, conceptos e hipótesis a partir de los datos.

2.1. Técnicas de recolección de datos.

Para la realización de la investigación se utilizaron las técnicas de la entrevista semiestructurada y las redes semánticas naturales.

En este sentido, la entrevista se concibe como una conversación verbal entre dos o más personas, un proceso dinámico, atravesado por el contexto social de una vida compleja y abierta. Es una técnica cualitativa que permite establecer un diálogo cara a cara con el sujeto o sujetos del estudio, permite evaluar la comprensión, actitudes y sentimientos de los entrevistados.

Se empleó la entrevista semiestructurada con el propósito de saber lo que perciben los maestros acerca de su desempeño en la formación de actitudes que favorecen el cuidado del ambiente.

La entrevista buscó una apertura, con la que se pudiera establecer una comunicación interpersonal, entre el profesor y el investigador, de tal manera que el mensaje fuera entendido y comprendido por los dos para posteriormente transcribir y analizar la información que se obtuvo.

Para asegurar la validez de los datos fue necesario que los entrevistados se sintieran en confianza, cómodos y en libertad para expresarse, además de permitir que el sondeo fuera lo más apegado a lo que el entrevistado sintiera, pensara y actuara.

El estudio consideró seis cuestionamientos principales que se fueron formulados a cada uno de los profesores con la posibilidad de elaborar otro tipo de preguntas para no perder información relevante en caso de desviarse el tema de la entrevista; las respuestas generadas fueron audiograbadas para después ser transcritas tal y como fueron expresadas por los docentes. Este tipo de entrevista permite “la reformulación y la profundización en algunas áreas, combinando algunas preguntas de alternativas abiertas con preguntas de alternativas de respuesta cerrada” (Ugarriza, 1998:134).

La otra técnica empleada para la investigación, fue la de las redes semánticas naturales, “las cuales surgieron como una alternativa de evaluación del significado, a partir de los modelos que se habían desarrollado para explicar la forma en la que se organiza la información en torno a la memoria semántica” (Valdez, 1998:60).

La técnica de las redes semánticas naturales permitió obtener información sobre las concepciones y/o percepciones que tienen los alumnos con relación al problema de estudio, que en este caso se vincula con el cuidado del ambiente; puesto que ellos tienen una forma de organizar la información y expresarla; para realizar esta técnica se utilizaron seis palabras clave con las cuales se solicitó a los participantes escribir una lista de palabras definidoras de un concepto, es decir, los alumnos tuvieron que utilizar un mínimo de 5 palabras que podían ser: verbos, adverbios, sustantivos, adjetivos, etc., sin usar artículos ni preposiciones; posteriormente se solicitó jerarquizar dichas palabras, con base a la importancia que los alumnos les atribuían a cada una, tomando como referencia el estímulo definido.

Asimismo, se utilizó como apoyo para la investigación, una pregunta contenida en la guía diagnóstica que se implementó en el primer año de secundaria al inicio del curso, la cual proporcionó información importante acerca de la percepción que tenían los alumnos con respecto al deterioro del ambiente.

2.2. Participantes

Para la realización de la presente investigación se trabajó con los alumnos de secundaria del Puerto de Veracruz, México, pertenecientes al Centro de Estudios Cristóbal Colón, del área de enseñanza media; conformada por una población de 600 estudiantes, de ambos géneros, cuyas edades fluctuaban entre 11 y 15 años; los cuales provienen de familias tradicionales, con un nivel socioeconómico medio, medio-alto y alto, aunque también forman parte de la comunidad educativa un porcentaje de alumnos que no pertenecen a esos niveles socioeconómicos, pero que por su esfuerzo y dedicación, se han ganado una beca.

Para la obtención de la muestra de alumnos a los que se aplicaron las redes semánticas naturales, se realizó un muestreo probabilístico estratificado por cada grupo de secundaria (Hernández, 1997), teniendo un total de 200 alumnos de la generación 2003-2004.

La población estudiantil es atendida por un cuerpo docente de 35 a 40 maestros de ambos géneros, con una incidencia mayor del género femenino, cuyas edades fluctúan entre los 25 y 55 años. La preparación profesional de los mismos es de nivel licenciatura y un 30% de los mismos cuentan con estudios de postgrado.

Para realizar la entrevista semiestructurada, se seleccionaron al azar a 10 profesores del nivel secundaria, no importando el grado que impartían y los cuestionamientos que se les formularon surgieron de una prueba piloto, la cual determinó el tipo de preguntas a incluir en dicho instrumento.

3. RESULTADOS

Posteriormente a la aplicación de la técnica de redes semánticas se obtuvieron los siguientes resultados. De la palabra estímulo “contaminación” se encontraron 194 palabras definidoras (como valor J), las 5 palabras definidoras con mayor valor M fueron basura-basureros, humo, suciedad-sucio, smog y desechos-desechar, (tabla 1), de la palabra “ecología” se obtuvieron 112 palabras definidoras y las 5 con mayor valor M fueron: animales-fauna, plantas, medio ambiente, naturaleza, árboles, (tabla 2), de la palabra “reciclaje” se encontraron 187 palabras, y sus 5 palabras definidoras con mayor valor M fueron: papel, basura, reutilizar-reutilizable, plástico y reusar-reusable, (tabla 3), de la palabra “reutilizar” se encontraron 174 palabras y sus 5 palabras definidoras con mayor valor M fueron: reciclar-reciclable-reciclaje, volver a usar-volver a utilizar, papel, reusar, basura, (tabla 4), de la palabra “medio ambiente” 195 palabras definidoras y las 5 con mayor valor M fueron: animales-fauna, flora-plantas-vegetación, naturaleza, árboles, agua, (tabla 5) y de la palabra “basura” se obtuvieron 158 palabras definidoras y las 5 con mayor valor M fueron: contaminante-contaminación, desechos, suciedad-sucio, desperdicios-desperdiciar, y papel (tabla 6).

De cada una de las palabras claves se obtuvieron las 15 palabras definidoras con mayor frecuencia, es decir con mayor valor M y para cada una se obtuvo el valor FMG.

TABLA 1. CONJUNTO SAM DE “CONTAMINACIÓN”

PALABRA CLAVE: C O N T A M I N A C IÓ N
CONJUNTO SAM
DEFINIDORAS
VALOR M
VALOR FMG
Basura-basureros
1404
100 %
Humo
696
49.57
Suciedad-sucio
612
43.58
Smog
421
29.98
Desechos-desechar
318
22.64
Enfermedades
213
15.17
Carros-autos-coches
208
14.81
Mugre
197
14.03
Tóxico
142
10.11
Ambiente
139
9.90
Gente-personas-humanidad
131
9.33
Muerte
131
9.33
Contaminar-contaminante
129
9.18
Polvo
125
8.90
Industrias
104
7.40
VALOR J= 194

TABLA 2. CONJUNTO SAM DE “ECOLOGÍA”

PALABRA CLAVE: E C O L O G Í A
CONJUNTO SAM
DEFINIDORAS
VALOR M
VALOR FMG
Animales-fauna
757
100 %
Plantas
496
65.52
Medio ambiente
462
61.03
Naturaleza
318
42.00
Árboles
291
38.44
Flores
150
19.81
Cuidado
136
17.96
Ecosistemas
131
17.30
Humanos-gente-personas
123
16.24
Bosques
110
14.53
Estudio
98
12.94
Limpio-limpieza
92
12.15
Diversidad
85
11.22
Ciencia
84
11.09
Seres vivos
80
10.56
VALOR J: 112

TABLA  3. CONJUNTO SAM DE “RECICLAJE”

PALABRA CLAVE:   R   E   C   I  C   L   A   J   E

CONJUNTO SAM

DEFINIDORAS

VALOR M

VALOR FMG

Papel

584

100 %

Basura

558

95.54

Reutilizar-reutilizable

548

93.83

Plástico

402

82.53

Reusar- reusable

279

47.77

Renovar, renovable

270

46.23

Latas

235

40.23

Limpieza-limpio-limpiar

193

33.04

Vidrio

176

30.13

Cartón

167

28.59

Botellas

161

27.56

Aprovechar

145

24.82

Rehacer

137

23.45

Cuidar

111

19.00

Conservar-conservación

107

18.32

VALOR J: 187

 

 

TABLA 4. CONJUNTO SAM DE “REUTILIZAR”

PALABRA CLAVE: R   E   U   T   I   L   I   Z   A   R

CONJUNTO SAM

DEFINIDORAS

VALOR M

VALOR FMG

Reciclar-reciclable-reciclaje

840

100 %

Volver a usar-volver a utilizar

475

56.54

Papel

373

44.40

Reusar

347

41.30

Basura

295

35.11

Plástico

247

29.40

Renovar

246

29.28

Aprovechar

212

25.23

Útiles

202

24.04

Botellas

165

19.64

Vidrio

157

18.69

Rehacer

122

14.52

Cartones

120

14.28

Sirve, servible

102

12.14

Ayudar

90

10.71

VALOR J: 174

 

 

TABLA 5. CONJUNTO SAM DE “MEDIO AMBIENTE”

PALABRA CLAVE:  M E D I O   A M B I E N T E

CONJUNTO SAM

DEFINIDORAS

VALOR M

VALOR FMG

Animales-fauna

1006

100 %

Flora-plantas-vegetación

927

92.14

Naturaleza

588

58.44

Árboles

464

46.12

Agua

422

41.94

Aire

420

41.74

Gente-personas-seres humanos

409

40.65

Ecosistema

281

27.93

Ecología-ecológico

244

24.25

Vida

222

22.06

Hábitat

188

18.68

Contaminación

176

17.49

Seres vivos

174

17.29

Bosque

133

13.22

Tierra

113

11.23

VALOR J: 195

 

 

TABLA 6. CONJUNTO SAM DE “BASURA”

PALABRA CLAVE: B   A   S   U   R   A

CONJUNTO SAM

DEFINIDORAS

VALOR M

VALOR FMG

Contaminante-contaminación

924

100 %

Desechos

747

80.84

Suciedad-sucio

729

78.89

Desperdicios-desperdiciar

534

57.79

Papel

326

35.28

Inservible

235

25.43

Porquería

216

23.37

Latas

199

21.53

Reciclaje-reciclar

199

21.53

Apeste

162

17.53

Mugre

161

17.42

Descomposición-descompuesto

147

15.90

Mal olor

147

15.90

Plásticos

137

14.82

Restos, residuos

125

13.52

VALOR J: 158

 

 

Asimismo, se realizó una entrevista semiestructurada a 10 profesores de secundaria de donde se recopilaron conceptualizaciones, comportamientos y formas de participación docente, como parte significativa del proceso enseñanza aprendizaje en el cuidado del ambiente.
            Para integrar la información obtenida de la entrevista, fueron categorizadas las respuestas de acuerdo con los contenidos expresados por los profesores, dando por resultado la siguiente información por cada reactivo:

  1. ¿Participa usted en alguna actividad relacionada con el cuidado del ambiente. Sí, ¿de qué manera o cómo? No, ¿por qué? 
    Existe participación en actividades relacionadas con el cuidado del ambiente, ya sea desde su casa clasificando la basura o no tirando basura en la calle, o bien, en la escuela motivando a los alumnos a mantener limpia su área de trabajo.
  2. En su materia ¿aborda usted temas o aspectos relacionados con en cuidado del ambiente? Si, ¿cuáles? No, ¿por qué?
    En cierta medida, aunque la materia no tenga que ver con la Biología o la Ecología, hay temas que se relacionan con aspectos ecológicos o la importancia del cuidado del medio, así como contaminantes y las normas que se aplican. 
  3. ¿Cómo percibe usted el interés de sus alumnos por el cuidado del medio ambiente y/o la ecología?
    Existe un nivel bajo de interés por los problemas ambientales que se presentan en la actualidad, los alumnos manifiestan indiferencia, apatía y falta de participación.
  4. ¿Qué actitudes con respecto al cuidado del ambiente se manifiestan en sus alumnos?
    Indiferencia, inconciencia e irresponsabilidad.
  5. ¿Cree usted que los aspectos ambientales deben ser abordados por especialistas de la materia? Si, ¿por qué? No, ¿por qué?
    Sí, ya que un especialista va a aportar el apoyo técnico y el sustento teórico para instruir a los estudiantes acerca de la problemática ambiental, aunque debe darse también a través de todos los maestros.
  6. ¿Qué medidas considera usted preventivas para promover el cuidado del ambiente?
    Programas de sensibilización para maestros y alumnos, campañas de  separación de basura, así como de ahorro de agua y energía eléctrica.
                Campañas de aprovechamiento de los recursos e implementación de la cultura de la “reutilización”.

    Por otra parte, del cuestionamiento formulado al iniciar el ciclo escolar, correspondiente a la guía diagnóstica para los alumnos de primer año de secundaria, se obtuvo la siguiente impresión como resultado:
Los alumnos conceptualizan que el deterioro del ambiente es originado principalmente por las actividades humanas, y entre ellas perciben el fenómeno de la contaminación con sus graves consecuencias; asimismo hacen referencia a la extinción y muerte de las especies que habitan el planeta, y perciben como eventos significativos del deterioro del entorno, a la deforestación, la destrucción de los ecosistemas y a los cambios climáticos que se manifiestan en forma contemporánea.

4. TRIANGULACIÓN DE DATOS

Los resultados obtenidos de las redes semánticas indican que los alumnos de secundaria asocian el significado de la palabra contaminación con los conceptos: basura, humo, suciedad y desechos, lo anterior en virtud de observar que dichas conceptualizaciones manifestaron un mayor valor M (frecuencia de aparición) en su construcción cognitiva, en contraste con las palabras definidoras gente-personas-humanidad, las cuales se ubicaron en las últimas posiciones de la tabla 1, como las de menor valor M, lo que demuestra que los alumnos no se perciben como agentes principales de contaminación, a pesar de que los referentes teóricos postulan que “las alteraciones provocadas por el hombre han sido permanentes, sostenidas y crecientes” (Márquez, 1998:29).

Por otro lado, en la construcción semántica de la palabra ecología, los alumnos son conscientes de su relación con animales-fauna, plantas, medio ambiente y naturaleza, pero no consideran los factores abióticos presentes en cualquier sistema ecológico, es decir, el aire, el agua, el suelo, la luz, la humedad, la presión, etc. Asimismo al definir la palabra medio ambiente los alumnos la relacionan con los conceptos de animales-fauna, flora, vegetación, naturaleza, agua, aire, gente, dichas palabras con mayor valor M, sin embargo el término ecología resulta distante en su campo semántico; en este sentido, aunque para dicha palabra toman en cuenta elementos no vivos, cabe mencionar que no tienen clara la relación que existe entre las palabras ecología y medio ambiente.

Con respecto a la palabras reutilizar y reciclar, los alumnos manifiestan una confusión de significados, otorgándoles a ambos términos la misma connotación, en este sentido el concepto “reciclar” para ellos significa lo mismo que “reutilizar”, sin embargo sabemos que “reciclar se puede definir como la acción de devolver al ciclo de consumo los materiales que ya fueron desechados y que son aptos para elaborar otros productos. La reutilización no requiere industrializar o procesar de nuevo, basta lavar, desinfectar, adecuar o modificar para darle otro uso” (Capistrán, 1998:153).

De acuerdo con lo anterior, podemos inferir que el proceso educativo, en el nivel escolar referido en la presente investigación, debe estimular un cambio en la construcción de significados relacionados con el cuidado del ambiente, y evidentemente contar con la certeza de que los docentes, en primera instancia, poseen una clara conceptualización de los mismos para no generar confusión alguna en los discentes.

Por otra parte, los alumnos encuentran una estrecha relación de los términos reutilizar y reciclar con el concepto de basura, integrando en ella los conceptos de papel, cartón y plástico; solamente algunos alumnos relacionaron dichas palabras con los términos: aprovechar y volver a usar, y muy pocos hicieron referencia a ayudar, conservar o cuidar, que es el fin y/o propósito de la acciones de reciclar y reutilizar.

La forma de conceptuar las palabras antes mencionadas, refleja algunas de las actitudes que se manifiestan de manera cotidiana en la escuela, ya que a pesar de insistir durante el proceso educativo en la separación de la basura como una alternativa para reducir la contaminación y aprovechar al máximo el papel —que generalmente es el material que más se desperdicia en las aulas— la experiencia nos dicta que dicha actividad no se realiza, y la razón es que para los alumnos todo material que se desecha “significa” basura; sin embargo estas actitudes no son exclusivas de los alumnos, también se manifiestan tanto en los docentes como en el personal administrativo. Asimismo observamos que el personal de intendencia, quien tiene a su cargo la limpieza en general del Colegio, se preocupa por separar las latas de refresco. De acuerdo con lo anterior se destaca que “el aprendizaje de las actitudes es un proceso lento y gradual, donde influyen distintos factores como las experiencias personales y previas, las actitudes de otras personas significativas, la información y experiencias novedosas y el contexto sociocultural” (Díaz Barriga y Hernández, 2002:65).

De manera específica al término basura, los alumnos asocian dicho concepto con contaminación, desperdicio, suciedad, desechos, inservible y porquería, siendo estas palabras las que tuvieron mayor valor M, para ellos, de manera análoga al pensamiento de otras personas, todos los objetos que han dejado de desempeñar su función o que simplemente son desechados forman parte de la basura. Cabe mencionar que lo que para unos es conceptualizado como basura, para otros puede significar un material aprovechable, de tal suerte que, es una cuestión de enfoques.
Cuando los alumnos tienen los conceptos claros adquieren la capacidad de estructurar de manera lógica sus formas de pensamiento. “La construcción del conocimiento es un proceso en el que el alumno selecciona, organiza y transforma la información que recibe de diversas fuentes, estableciendo relaciones entre dicha información y sus ideas o conocimientos previos” (Díaz Barriga y Hernández. 2002:65).

La adquisición de conceptos plantea toda una serie de problemas para los alumnos, debido a que la evolución de los mismos es lenta y algunos de ellos al dar sentido a otros conceptos deben ser modificados, lo que provoca generalmente confusión en los alumnos y retraso en el aprendizaje, debido a que se deben cambiar las concepciones equivocadas “aprendidas”; sin embargo no hay que desalentarse frente a estas situaciones, hay que tomar en cuenta que también es factible aprender de los errores y que los alumnos deben tener la capacidad de darse cuenta de ello para que puedan construir sus propios aprendizajes significativos. “Construir conocimientos nuevos implica un cambio en los esquemas de conocimiento que se poseen previamente, esto se logra estableciendo nuevas relaciones entre dichos elementos” (Díaz Barriga y Hernández. 2002:65); de esta forma, los alumnos podrán reestructurar sus pensamientos para ampliar y/o ajustar sus esquemas de conocimiento adquiridos en el proceso instruccional.

Por otra parte, en relación con la pregunta considerada en la guía diagnóstica, 200 alumnos conceptualizan que la mayor consecuencia de las actividades humanas con respecto al deterioro del ambiente, es la contaminación y sus graves consecuencias, percibiendo también que se puede causar la muerte y la destrucción de los ecosistemas. “Los problemas ambientales que vivimos en la actualidad son la causa del deterioro de la calidad de vida, no solo de la mayor parte de los seres humanos, sino de todo ser vivo y son en gran medida el resultado de un mal aprovechamiento y del manejo inadecuado de los recursos naturales” (Carabias, 1999:17).

Al analizar las respuestas de la entrevista semiestructurada a maestros se distinguen los siguientes resultados. Los profesores refieren participar en actividades de conservación del ambiente principalmente a través de que los alumnos mantengan su área de trabajo limpia, esto destaca que la preocupación por el entorno se reduce a estimular una actitud de limpieza sin proporcionar al alumno “una visión adecuada que lo oriente en función del porvenir” (Ávalos, 2004:1). En contraste, observamos que en las áreas de trabajo (aulas o salón de clase) es común encontrar papeles en el piso y el mobiliario en desorden, lo que resulta incongruente con lo argumentado.

Asimismo los docentes refieren abordar temas sobre aspectos ecológicos lo que permite llegar a la transversalidad que debe existir en cualquier materia, como lo menciona Alda (2004:4) “sino existen expertos en el todo, al menos la visión parcial puede ayudar a una aproximación de una visión global, que permita comprender las distintas perspectivas desde las que se afrontan los problemas ambientales”.

Cabe destacar que “es necesaria la participación de todas las disciplinas, buscando los principios básicos que permitan el tratamiento de los temas ambientales desde cualquier disciplina y convirtiendo a alumnos y alumnas en agentes de su propio aprendizaje” (González, 1998:17); asimismo, hay que considerar que aunque el profesor de educación ambiental puede ser un auténtico especialista, esto no significa que realmente se encuentre comprometido con la enseñanza y, mucho menos, con propuestas que ayuden a solucionar los problemas ambientales actuales.

Los profesores argumentan que prácticamente es nulo el interés de los alumnos por el cuidado de su entorno; al analizar dentro del salón de clase las causas de las problemáticas ambientales, los docentes pretenden generar conocimiento que permiten despertar su conciencia al respecto, sin embargo, el comportamiento de los alumnos permite constatar que dichas acciones no son suficientes, su actitud de tirar basura tanto en el patio del colegio como en el propio salón de clase permanece, a pesar de existir botes y/o contenedores, lo que nos lleva a la reflexión apremiante de “que los alumnos asuman la realidad de manera diferente, modificando sus valores, sus actitudes, sus hábitos y sus costumbres facilitando los medios para la toma de decisiones” (Ríos, 2004:8), de tal manera que adopten actitudes creativas y comprometidas con su espacio vital, respetando y compartiendo acciones específicas a través del desarrollo de una conciencia ecológica y solidaria, “no se trata de dar consignas de cómo comportarse, sino de formar en valores que refuercen, hagan entender y contagien la responsabilidad que todos tenemos hacia el resto de los seres vivos, incluidos los humanos” (Grupo Entorno, 2001:31).

Asimismo desde la perspectiva de algunos docentes es necesario que el profesor cuente con un acervo de conocimientos acerca de los problemas ambientales para poder transmitirlos en el aula, en este sentido Alda (2004:1) menciona que “faltan expertos que puedan ser fuente de todos los conocimientos necesarios”, es por ello que “se considera al profesor de educación ambiental como un profesor competente en conocimientos pedagógicos, capaz de relacionar los objetivos educativos con los de la educación ambiental; un profesor que domine los contenidos de la educación ambiental en materia ecológica; un profesor competente en metodología ambiental, en planificación y en evaluación” (González, 2002:4), en contraste, otro sector de profesores piensan que no necesariamente se requiere a un especialista en la materia y consideran factible la participación de todos los docentes del colegio en este proceso educativo ambiental, “es aquí donde la interdisciplinariedad supone tanto un problema como una posible solución, es necesaria una reestructuración de los esquemas de tiempos y espacios escolares, lo que sólo es posible con la cooperación de otras personas” (Alda, 2004:5).

Durante la entrevista se destacó como actividad prioritaria en la educación ambiental, sensibilizar a los maestros en la importancia de su labor como promotores de actitudes, no solo para la conservación del medio ambiente, sino de todos aquellos comportamientos que contribuyan a mejorar la calidad de vida: “se requiere por parte de los profesores un acercamiento al trabajo en valores de respeto, generosidad y solidaridad. Se hace necesario combinar la transmisión de contenidos con la creación de una nueva sensibilidad, trabajar para la educación en valores como la tolerancia, la participación o la solidaridad supone enseñar con el ejemplo y aportar una determinada visión de la realidad en la que vivimos” (Grupo Entorno, 2001:48).

De acuerdo con lo anterior, en el proceso escolar resulta significativo desarrollar un aprendizaje vicario, en donde la actividad docente, a través del modelamiento permita fomentar un cambio de actitudes revalorando la importancia del respeto de los alumnos hacia sí mismos y hacia el medio que les rodea, en este sentido, se destaca lo propuesto por Díaz Barriga y Hernández (2002) que mencionan tres formas para lograr un cambio de actitud: a) proporcionar un mensaje persuasivo, b) dar un modelaje de actitud, c) inducción de disonancia o conflicto entre los componentes cognitivo, afectivo y conductual.

5. CONCLUSIONES

La presente investigación permitió realizar algunas consideraciones con base al significado semántico construido por los alumnos de secundaria en relación con el deterioro del ambiente, en este sentido, los participantes muestran tener concepciones claras y expresan su significado conceptual a partir de las redes semánticas que poseen, sin embargo, en su proceso de pensamiento existen conceptos que no están completamente definidos en virtud de contar con poca información acerca de ellos, lo que provoca una confusión semántica, esta situación refleja que su estructura cognitiva, en relación con el deterioro ambiental, es limitada, impidiendo como lo expresa Herrera (2000) que el alumno pueda construir significados nuevos. En palabras de Ferrini (2000), la memoria cuenta con cierto tipo de información que se guarda como redes semánticas y cuando éstas poseen cierta riqueza, también se contará con una mayor diversidad de respuestas. Se debe considerar que cualquier concepto forma parte de una red conceptual, lo que implica la posibilidad de identificar si algo se puede generalizar o discriminar de la estructura cognoscitiva que posee cada alumno.

El alumno debe encontrar un significado real de lo que está aprendiendo para que se integre a su persona, y relacionar los conceptos con su funcionalidad, de tal manera que pueda contar con una serie de experiencias cognitivas más amplias que le permitan desenvolverse en diferentes situaciones, además debe estar motivado para relacionar lo que aprende con lo que sabe. Aprender un concepto depende de la estructura cognoscitiva del alumno, así como de la naturaleza del concepto, si el estudiante no cuenta con las habilidades de abstracción de un concepto, la representación de su significado será vaga e imprecisa, lo que observamos con los conceptos de reciclar y reutilizar en los alumnos del presente estudio.

En este sentido es necesario estimular en los alumnos, el cambio de hábitos y la toma de conciencia sobre las formas para el manejo de la basura, y de implementarse a través de campañas, que las mismas vayan más allá de los centros educativos, permitiendo la incorporación de conceptos reflejados en actitudes, valores y formas de pensar sobre su propio entorno.

Con respecto a los valores y actitudes que se fomentan en el alumno de secundaria sobre el entorno natural y su problemática, es necesario reconsiderar el tema de la educación desde un enfoque ético ambiental, con lo cual se forme y se desarrolle una personalidad cooperativa y de respeto hacia el entorno, y hacia la persona misma. Es importante considerar que los valores que se pretendan “enseñar” sean enfocados básicamente a configurar sus actitudes, con el fin de formar personas autónomas, capaces de crear y construir normas propias y de esta forma ayudar a consolidar su madurez tanto ética como intelectual.

Es recomendable pensar en un rediseño curricular que contemple a todos los protagonistas del proceso educativo y que contribuya a la formación de valores y actitudes que enriquezcan los conocimientos y las aptitudes para proteger y mejorar la calidad del ambiente y, por ende, la del ser humano. De esta forma se abren nuevos campos en el ámbito educativo, y se comienzan nuevas perspectivas como lo es la educación ambiental, pero no desde un enfoque teórico, sino como un proceso activo que permita resolver y prevenir los problemas ambientales reales, además de proponer nuevas iniciativas de responsabilidad, no solo en el campo educativo, sino en lo político, social y cultural.  

Es importante que el centro educativo asuma su responsabilidad de una manera creativa y adquiriendo un compromiso que implique cambios en las pautas de conducta, es necesaria una educación integral donde los alumnos dejen de ser receptores de información y conocimientos, dando paso a una educación para la vida, en donde las escuelas y los profesores deberemos ampliar nuestras perspectivas formativas, de cara a los alumnos, se trata entonces de promover una educación que abarque tanto aspectos cognitivos, como de desarrollo social y moral, aunque lo anterior no pretende expresar que sea competencia exclusiva de la escuela la formación de dichos valores.

Si el proceso de formación de valores se desarrolla de una manera consciente y creadora, se verá reflejado en las actitudes que los alumnos y los demás involucrados manifiesten ante las problemáticas ambientales actuales, es decir, es un proceso de transformación que se dará de manera gradual, pero que requiere la participación de todos.           

Sin embargo, estudiar valores presenta una limitación en los espacios escolares, ya que se argumenta cierta subjetividad en la tarea, por lo tanto, los profesores tendremos que modificar nuestras actitudes y perder el miedo a la enseñanza ética, dejando de pensar que resulta excesivamente moralizador y asimismo se tiene que asumir que la enseñanza en valores no solo corresponde a la familia.

De acuerdo con lo anterior, es evidente considerar que la enseñanza de valores no empieza en la educación secundaria, sino que se inculca al niño en las primeras etapas de la vida, ideas sobre el respeto, la tolerancia y la cooperación hacia el mismo y hacia los demás incluyendo su entorno; tarea que se da en conjunto, de tal manera que se forje la conciencia de “conservar” por hoy y por el mañana.

En relación con las características del proceso de enseñanza aprendizaje que pueden favorecer la educación ambiental en secundaria, es necesario pensar en una escuela para la vida donde no solo se reciba información, sino que además los alumnos participen directamente con la realidad del medio ambiente, así como que sean capaces de interpretarla con el fin de buscar soluciones desde diferentes puntos de vista; para ello los alumnos deben adquirir conocimientos, desarrollar y manifestar actitudes y habilidades que les permitan formar criterios que los hagan capaces de mejorar su entorno para un bienestar colectivo, estarán en mejores condiciones de desarrollarse en libertad y transformar su sociedad. Tendremos que considerar lo que enseñamos y el modo en que enseñamos, comprometiéndonos a: adquirir destrezas profesionales, de cómo organizar las experiencias de aprendizaje, y de cómo actuar frente problemáticas y nuevas situaciones.

Debemos reflexionar que la escuela por sí sola no puede solucionar la crisis ambiental, se trata, como postula De Katra (1993:24), “de dimensionar el problema desde un enfoque estructural y multidimensional”; se debe pensar en una educación integral que subsane todas las problemáticas de la sociedad y que le brinde desarrollo y bienestar común.

Depende en su totalidad de la participación de la sociedad para que se modifiquen las actitudes hacia el ambiente, que exista un cambio hacia una mejor calidad de vida. Es importante que como especie dominante, reconsideremos nuestras acciones, desarrollar un sentido de responsabilidad, para ello es necesario una transformación cognitiva vinculada estrechamente con la dimensión del comportamiento ético y que esta mutación genere el equilibrio del ser humano consigo mismo y con los demás seres vivos.


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