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.2013 - Volumen 6, Número 1
 
     

IMPORTANCIA DEL USO DE LAS PLATAFORMAS VIRTUALES EN LA FORMACIÓN SUPERIOR PARA FAVORECER EL CAMBIO DE ACTITUD HACIA LAS TIC; ESTUDIO DE CASO: UNIVERSIDAD DEL MAGDALENA, COLOMBIA
 
 

Mónica Luz Pérez Cervantes y Anuar Francisco Saker

 

1. INTRODUCCIÓN

Las Tecnologías de la Información y la Comunicación ofrecen la posibilidad de interacción de los estudiantes entre sí y con el docente, promoviendo una actitud activa, a una búsqueda y replanteamiento continuo de contenidos y procedimientos (Palomo, Ruíz, Sánchez, 2006), que ofrecen herramientas y conocimientos necesarios para la realización de tareas, aumentan la participación y desarrollen su iniciativa, que les permita filtrar información, seleccionar y tomar decisiones (Bautista, 2007).

Por esto, las TIC se están convirtiendo en herramientas cada vez más indispensable en las Instituciones de Educación Superior, porque sirven de apoyo didáctico, permiten intercambiar trabajos, ideas, información diversa, procesadores de texto, editores de imágenes, de páginas Web, presentaciones multimedia, utilización de aplicaciones interactivas para el aprendizaje, recursos en páginas Web y visitas virtuales, sólo para mencionar algunas. Esto implica un esfuerzo pues se requiere del rompimiento de estructuras mentales para adaptarse a una nueva forma de enseñar y aprender. Porque con la llegada de las nuevas tecnologías, el énfasis de la profesión docente ha cambiado desde un enfoque centrado en el profesor y basado en clases magistrales, hacia una formación centrada principalmente en el alumno dentro de un entorno interactivo de aprendizaje (UNESCO, 2004).

Sin embargo, en las carreras de pregrado en Educación Superior en Colombia, son muchos los docentes que continúan adoptando un modelo de enseñanza tradicional pese a que las TIC ofrecen gran variedad de opciones de interacción entre el docente y los estudiantes, posiblemente consideran que el uso de la plataforma virtual queda referido a los cursos desarrollados en la modalidad a distancia y pocos son los que se acercan tímidamente a estos recursos en busca de una alternativa didáctica, por lo que se subutilizan los tales recursos tecnológicos (Pérez y Saker, 2008).

Por todo lo anterior se buscó determinar las actitudes de los estudiantes acerca de la utilización de una plataforma virtual como apoyo a la clase presencial o Bended Learning, debido a que en la Institución existen muy escasas investigaciones que muestren las actitudes de los estudiantes acerca de utilización de la plataforma virtual como herramienta de apoyo al desarrollo de la clase presencial. Además, Identificar las dificultades que encuentran en el manejo de la plataforma, así como las herramientas que ofrecen mayores beneficios a los estudiantes en su aprendizaje.

La investigación es pertinente porque contribuye al análisis de las ventajas, desventajas y limitaciones de la implementación de una didáctica apoyadas en el uso de la plataforma virtual para asegurar aprendizajes duraderos, así como las prácticas de aula en la Facultad de Educación, tanto las que se encuentran enmarcadas en la enseñanza tradicional como las que utilizan la mediación tecnológica. Es relevante, porque favorece al cambio de paradigma de los docentes con relación a la utilización de las TIC en sus prácticas pedagógicas cotidianas como una estrategia capaz de desarrollar competencias básicas y tecnológicas, lo que puede conducir progresivamente a la modificación del paradigma de enseñanza tradicional existente dentro del currículo universitario, por uno más flexible, que utilice las herramientas tecnológicas disponibles, que combine apropiadamente el aprendizaje presencia y virtual o Aprendizaje Semipresencial y propicie el aprendizaje significativo y el desarrollo de competencias comunicativas y digitales. Además, contribuya al incremento de posibilidades de trabajo en el aula y fuera de ella, como el trabajo colaborativo y la investigación en red.

2. FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA

Las TIC constituyen un fenómeno social de gran trascendencia que ha transformado la vida de millones de personas; también se ha reconocido que su impacto en la educación dista de sus potencialidades. En Latinoamérica, con base en los análisis de los expertos en el tema, se encuentra un claro rezago no sólo en las posibilidades de acceso en condiciones de equidad a dichas tecnologías, sino también en relación a sus usos pedagógicos. Para dar respuesta a tales necesidades, la institución debe transformar su función social; de no hacerlo, no responderá a las necesidades de formación que se requieren para formar ciudadanos competentes y tenderá a desaparecer. Al parecer, en las condiciones actuales, y de no mediar acciones a todos los niveles, en nuestra región las TIC pasarán a ser un factor más de desigualdad que perpetúe el círculo de exclusión social y educativa en que se encuentran atrapados muchos de nuestros jóvenes (Díaz-Barriga, 2009).

La inserción de las TIC puede reportar beneficios para alumnos, docentes y la comunidad educativa en general (Harasim et al., 2000). En el caso de los docentes, las tecnologías ponen a su disposición diversos recursos digitales como software, documentos, páginas web, que facilitan la participación en redes de docentes y apoyan el trabajo de proyectos en forma colaborativa con otros centros educativos (Hepp, 2003). A los estudiantes les permite aprender de manera significativa y poder solucionar problemas cotidianos (Díaz-Barriga y Hernández, 2002), a la comunidad educativa, favorece la conformación de redes de aprendizaje, las cuales pueden ofrecer variadas posibilidades comunicativas que logran impactar no sólo los aspectos tecnológicos sino que también incide en los sujetos que aprenden (Arriaga, Minor y Pérez, 2012).

El conocimiento tecnológico cabalga junto al científico y lo potencia, pero también atiende otras fuentes no tan “racionales” del saber como apelar a procedimientos culturales y técnicos existentes histórica y experiencialmente en el hacer y en la solución de problemas, con la intuición y creatividad depositadas en los diseños de procesos y productos (Fainholc, 2001). Se espera entonces que los profesores y alumnos realicen usos efectivos de ellas en los centros y en las aulas, siendo esto, lo que determina el mayor o menor impacto de su utilización en los procesos educativos, así como su capacidad para innovar y transformar la enseñanza y mejorar el aprendizaje (Coll, 2007).

En nuestros tiempos, se requiere de una educación activa: el diálogo, la crítica y la búsqueda permanente de creación de una conciencia sobre la realidad; no se trata de enseñar palabras aisladas, sino de llegar al aprendizaje a través del diálogo y siempre buscando la concientización sobre la realidad, tener conciencia crítica sobre el significado de las palabras, que deben ser las que reflejan su propio mundo (Ocampo, 2008). Se hace imperativo entonces, educar en el marco de una cultura digital que incluya la alfabetización digital (Coll, 2009), pero que va más allá, pues supone enseñar y aprender a participar eficazmente en las prácticas sociales y culturales mediadas de una u otra manera por las tecnologías digitales. Esto significa aceptar con todas sus consecuencias, pues no basta introducir con abordar contenidos, desarrollar capacidades relacionadas con el aprendizaje virtual. Para hacer frente al desafío, se requiere la revisión del currículo a partir del referente que proporcionan las prácticas sociales y culturales propias de la Sociedad de la Información, la lectura ética e ideológica que se haga de ellas y las necesidades formativas de las personas en este nuevo escenario.

En este contexto, la mediación tecnológico-educativa deja de ser instrumental para convertirse en parte de la estructura de esta nueva civilización llamada “sociedad del conocimiento”, desde un lugar dentro de la cultura, llevado adelante por los programas educativos formales, no formales e informales que hoy utilizan materiales educativos de todo tipo, aunque preferentemente con TIC. Por ello la mediación planteada de este modo no remite a los artefactos sino a los nuevos modos de percepción y lenguaje, nuevas narrativas, escrituras y sensibilidades que configuran las subjetividades. Castells (2001), sostiene que la tecnología coadyuva a las mutaciones de largo alcance, incluso antropológicas en la sociedad y la cultura, y a los cambios en los modos de producir y circular saber (Fainholc, 2004).

Como se aprecia, cada día se hace más real el uso de herramientas tecnológicas y plataformas virtuales en la enseñanza, que combinan la enseñanza presencial con la tecnología no presencial, denominada Aprendizaje Semipresencial o Modelo Híbrido, siendo su término en inglés Blended Learning (Marsh, 2003). En palabras de Sangrá (2003) “el mejor sistema que mejor se adapta a las necesidades y posibilidades de los estudiantes en formación y su efectividad dependerá de su diseño y correcta implementación”. Sin embargo, el modelo híbrido, requiere de un proceso de adaptación en una doble vertiente: por una parte, adaptaciones en estas herramientas para responder mejor a las situaciones de enseñanza presencial y por otra, la forma como la enseñanza presencial se verá transformada por la utilización de estos nuevos recursos (Palomo, Ruíz y Sánchez, 2006).

El Aprendizaje Semipresencial es una manera de aprender que combina la enseñanza presencial con la tecnología no presencial (Marsh, 2003; Coaten, 2003), y no resulta nuevo en la educación, pues, durante mucho tiempo, ya se combinaban las clases magistrales con grabaciones de videos y con las tutorías de acompañamiento presencial, ejercicios de prácticas con la ayuda de un mentor, entre otros (Brodsky, 2003; Brennan, 2004), citado por Bartolomé (2004). La definición más aceptada de Aprendizaje Semipresencial, es la propuesta de Bartolomé y Aiello (2006), que señala que es aquel diseño docente en el que las tecnologías de uso presencial (físico) y no presencial (virtual) se combinan en orden de optimizar el proceso de aprendizaje. Este tipo de aprendizaje está siendo adoptado por numerosas instituciones alrededor del mundo, como un modelo mixto, que cuenta con una gran cantidad de herramientas de soporte electrónico, así como una gran variedad de combinaciones creativas que sólo pretenden brindar más opciones de aprendizajes que permita solucionar problemas reales (Brandon, 2007), citado por Alemañy (2009).

Según lo anterior, se requiere del cambio de la pedagogía tradicional, por una pedagogía con una visión crítica del mundo, por una pedagogía problematizadora, que según Freire, se empeña en la desmitificación a través del diálogo para descubrir y comprender la realidad. Una educación dialógica, que permita compartir y socializar las ideas de unos con otros, contrario a la individualización en el aprendizaje, muy propia de la educación tradicional o «educación bancaria», que es individualista. Es precisamente el diálogo el que permite llegar a la comprensión de la realidad, presentando un amor profundo al mundo y a los hombres (Freire, 2008).

Entre las prioridades está la promoción del uso innovador de las TIC en el proceso de enseñanza y aprendizaje se encuentra el desarrollo y perfeccionamiento continuo de las competencias tecnológicas y didácticas del profesorado, así como el desarrollo de competencias digitales en los estudiantes. Considerando, no sólo espacios para la reflexión y eventual transformación de sus creencias y prácticas pedagógicas, sino ante todo, la creación de equipos de trabajo que brinden el debido soporte y acompañamiento en esta labor. Más allá del manejo instrumental básico de las herramientas tecnológicas, el docente requiere mejorar y enriquecer las oportunidades de aprender a enseñar significativamente a sus estudiantes con apoyo en tales tecnologías, lo que implica su participación activa en proyectos colectivos de diseño y uso de ambientes de aprendizaje enriquecidos con las TIC (Díaz-Barriga, 2009). De igual manera, independiente de la modalidad del proceso de enseñanza y aprendizaje, deben considerarse las didácticas específicas, que facilitan la combinación de las necesidades de formación, los medios, los formatos y los contenidos para que conduzcan a la interactividad de los materiales educativos que favorezcan a los estudiantes para que alcancen la zona de desarrollo próximo (ZDP) propuesta por (Vygotsky, 1988).

En Colombia al igual que en muchos países de Latinoamérica, se incrementa exponencialmente la incorporación de las TIC en la educación de pre y postgrados a través del Aprendizaje Semipresencial, que no sólo despiertan el interés de estudiantes y docentes, sino que además, favorecen el desarrollo de procesos de pensamiento, el logro de aprendizajes significativos y el desarrollo de competencias digitales en los estudiantes y pedagógicos en los docentes (Marqués, 2003).

En este orden de ideas, resulta fundamental identificar las percepciones y creencias que poseen los estudiantes acerca del uso de diferentes recursos TIC en el aula y fuera de ella (Pérez y Saker, 2012) y la implementación del Aprendizaje Semipresencial, porque las representaciones sociales son la manera como los grupos sociales conceptualizan una realidad material o simbólica (Rodríguez, 2009) y estas tienen que ver con las actitudes. Porque las personas se adhieren a tales representaciones, luego, de manera consciente o inconsciente, infieren de lo que dicen o hacen otras personas utilizando proposiciones simples, que son comúnmente conocidas como creencias (Araya, 2002), las cuales se manifiestan en las actitudes frente a diversas situaciones o eventos.

La importancia de las actitudes de los estudiantes respecto a las TIC radica en que, estas varían según si los estudiantes son nativos digitales o inmigrantes digitales (Prensky, 2001), debido a que los primeros muestran mayor disposición y la utilizan con mayor facilidad, lo que representa una ventaja para los docentes que las utilizan en la clase, mientras por el contrario, los inmigrantes digitales, pese a que se motivan por aprender a utilizarlas, presentan mayores limitaciones al aprender con herramientas tecnológicas y el docente deberá idear diversas estrategias para estimular su uso, así como ayudarles a superar sus dificultades y favorecer su cambio de actitud. Además, las actitudes, al igual que otras modalidades de pensamiento (esquemas, estereotipos u otra clase de estructuras cognitivas) producen prácticas cotidianas en las que se asocian conocimientos, representaciones y símbolos y son responsables de la disposición de los estudiantes frente al aprendizaje y a la utilización de la herramienta.

Por todo lo anterior, el Aprendizaje Semipresencial exige el cambio de rol de los participantes (Beltrán y Pérez, 2003), especialmente por parte del profesor, que debe tener un buen conocimiento de sus estudiantes, de sus ventajas y limitaciones, tener buenos fundamentos de pedagogía y de la disciplina a enseñar, poseer un manejo básico de la plataforma, que le permitan estructurar la información para presentarla luego en formato hipertextual y multimedial, que estimule la interacción comunicativa, que potencie el trabajo autónomo en los estudiantes y se privilegie el trabajo colaborativo más que el individual (Vilaseca y Meseguer, 2000), que ofrezca una ayuda especial a través de la participación del estudiante en actividades intencionadas, planificadas y sistemáticas, que propicien el aprendizaje significativo, que se aprecia cuando resuelve por sí mismo, diversas situaciones y circunstancias, es decir, Aprender a Aprender (Coll, 2009).

3. MARCO METODOLÓGICO

La investigación se desarrolló desde el paradigma cualitativo (Lucca y Berríos, 2003), con un enfoque descriptivo, porque permite analizar comportamientos, experiencias, situaciones, emociones, etc., en su medio natural (Creswell y Plano, 2007), lo que permite construir una realidad con los actores, elaborándose un análisis completo de la situación y a partir de la información obtenida se realiza una descripción focalizada de la realidad estudiada (Hernández-Sampieri et al, 2006), con el diseño Estudio de Casos (Barrón, 2007), por que comprende pocos grupos naturales que pueden tratarse como una unidad de estudio.

Los participantes en el estudio fueron 35 estudiantes de V semestre en el curso presencial Políticas Educativas de la Licenciatura en Educación Preescolar de la Facultad de Educación de la Universidad del Magdalena, en Santa Marta, con edades comprendidas entre 21 y 23 años, conformados por 33 mujeres y 2 hombres, seleccionados de manera intencional, en el primer semestre académico del 2012, con la autorización previa de la Directora del Programa y firma de consentimiento informado por parte de los participantes.

Las Técnicas utilizadas para colectar la información fueron el Grupo Focal o entrevista colectiva a 12 estudiantes que voluntariamente aceptaron participar, por unos 60 minutos, centrándose en la pluralidad y variedad de las actitudes, experiencias de los participantes respecto a la utilización de las TIC en el aprendizaje y en actividades cotidianas, tales como: ¿cuál es la metodología de enseñanza del profesor del curso de Políticas Educativas?, ¿cuáles son los recursos didácticos utilizados por el profesor en la clase?, ¿cómo utilizan las TIC en la enseñanza y aprendizaje en el curso presencial?, ¿cuál piensa que es el efecto del uso de las TIC en la enseñanza presencial?, ¿qué conoces acerca de la plataforma virtual Blackboard?, y ¿cuáles son las dificultades en la implementación de la plataforma virtual en el curso?

Con base en el grupo focal, se construyó una encuesta acerca del uso de las TIC por parte de los estudiantes y una encuesta para apreciar las actitudes de los estudiantes frente al uso de la plataforma virtual en el desarrollo del curso en el semestre. Los instrumentos fueron construidos, validados por un grupo de expertos de la Facultad de Educación de la Institución, piloteados y luego aplicados a los estudiantes del Programa del programa de Licenciatura en Educación Preescolar que asistieron al curso de Políticas Educativas durante el semestre, a través de la página www.e-encuesta.com, para su posterior análisis con el paquete informático SPSS.

La Encuesta acerca del uso de las TIC la cual contiene dos apartes, uno que tenía como propósito apreciar el uso de la computadora y de las herramientas TIC, el conocimiento y dominio de ofimática y los servicios que más utiliza de la Internet y otra, con el objeto indagar en los estudiantes, los beneficios y dificultades encontrados en el desarrollo del curso presencial con la plataforma virtual Blackboard y fue aplicada iniciando la investigación. La Encuesta Actitudinal acerca del Uso de la plataforma virtual Blackboard, por su parte, tenía el propósito de identificar las actitudes de los estudiantes hacia el uso de la plataforma virtual en el proceso de enseñanza y aprendizaje del curso de Políticas Educativas, la cual se aplicó al iniciar y al terminar el proceso de enseñanza, para apreciar el cambio actitudinal de los estudiantes.

4. RESULTADOS

4.1. Uso y dominio de las TIC por parte de los Estudiantes

Los estudiantes del Programa de Licenciatura en Educación Preescolar pertenecen a estratos 1, 2 y 3 que son los más bajos en la estratificación socio-económica Colombiana; poseen una edad promedio de 22 años, de los cuales el 94% son mujeres y el 6% son hombres; el 80% del grupo son solteros y sólo el 20% son casados y trabajan para aportar a sus familias y costear sus estudios. El 43% de los estudiantes residen en la ciudad de Santa Marta, respecto al 57% proceden de ciudades de la región Caribe, los cuales viven en residencias estudiantiles o en casas de familiares, lo que explica porque algunos se han visto en la necesidad de adquirir computadoras portátiles o de escritorio, teléfonos móviles, MP3/MP4 o IPOD y utilizan el servicio de Internet fijo o móvil, como herramientas necesarias para desarrollar sus estudios universitarios. Sin embargo, un pequeño grupo de los estudiantes, debido a sus escasos recursos no cuentan con ninguna de las anteriores herramientas, por lo que deben hacer uso de computadoras e Internet ofrecidos por la Universidad del Magdalena o pagar precios muy bajos en ciber-cafés que ofrecen tales servicios.

En cuanto al Conocimiento y Dominio de la ofimática, el grueso del grupo de estudiantes aprendió informática en la Educación Secundaria, mientras que otros lo aprendieron en Instituciones de Educación no formal. El 94% de los estudiantes recibió enseñanza de Informática antes de ingresar a la Universidad, lo que les da ciertas ventajas a los estudiantes del programa de Informática (Ver Gráfico 1).

Gráfico 1. Uso y dominio de herramientas de Ofimática

Fuente: Elaboración propia.

El 94% de los estudiantes conocen el Excel y sólo el 6% dicen no lo conocerlo. Del primer grupo, el 63% respondió que lo domina bien, el 14% que su dominio es aceptable, el 6% presenta un dominio deficiente, respeto del 11% que lo dominan excelentemente y sólo el 6% dicen no dominarlo porque no lo conocen. El PowerPoint es la herramienta más conocida y apreciada por lo estudiantes, pues el 100% afirma conocerlo, de manera, que el 71% responde tener un buen dominio, el 26% dominarlo excelentemente y sólo el 3% de los chicos tiene un dominio aceptable del mismo. A pesar de lo interesante que les resulta a los estudiantes el trabajo con Paint, sólo el 6% de los estudiantes tienen un excelente dominio respecto al 40% que dice manejarlo bien, el 26% lo domina de manera aceptable, el 14% lo hace de manera deficiente y el 14% restante no lo conoce, por lo tanto no lo domina.

Respecto a las preferencias en el uso de la Internet, el 75% de los estudiantes cuentan con una computadora y la mitad de ellos tiene computadora portátil y la existencia de redes Wi-Fi en diferentes lugares facilitan su utilización y acceso a Internet en los lugares que frecuentan, siendo más frecuente su uso en la Universidad, en Ciber-cafés, en el trabajo y en la casa y con menor frecuencia en casa de amigos y en centros comerciales. Sin embargo, los estudiantes que no tienen equipo pueden utilizar las computadoras y el servicio de Internet disponible en las salas de la Universidad del Magdalena dispuestas para tal fin. Al ingresar a Internet, los estudiantes prefieren navegar con Internet Explorer y en su orden con Mozilla Firefox, siendo Google el buscador más utilizado. La mayoría tienen sus cuentas de correo en servicios como Hotmail y participan activamente en redes sociales como Facebook, Twitter y MySpace, así como los blogs WordPress y Blogger y la comunidad visual YouTube; a todas las anteriores los estudiantes acceden diariamente. Lo anterior muestra la importancia que los estudiantes dan a la interacción comunicativa con personas de intereses similares - que independientemente de la distancia, la edad, el género y la nacionalidad - se unen por intereses comunes en espacios virtuales, denominados Redes Sociales.

Para determinar el agrado y el desagrado de los estudiantes respecto al uso de las TIC en la clase, se utilizó un cuestionario tipo Likert, de 15 ítems que permitió conocer las herramientas que utilizan actualmente, las que les gustaría utilizar y las que no les interesa utilizar en el proceso de enseñanza y aprendizaje (Ver Gráfico 2).

Gráfico 2. Preferencias en el uso de las TIC en el Aula

Fuente: Elaboración propia.

Debido a su misma formación profesional, los estudiantes de la modalidad presencial utilizan algunas herramientas TIC en el proceso de enseñanza y aprendizaje, especialmente en cursos de sistemas y programación. Sin embargo, los cursos disciplinares son desarrollados en el modelo tradicional. Por lo anterior, al 83% de estudiantes les gustaría complementar el desarrollo de asignaturas disciplinares mediante el uso de una plataforma virtual y del Internet, que les brinde otras posibilidades en cuanto a lecturas, revisiones de glosarios y documentos, descargas de libros y materiales, visitar bibliotecas virtuales, acceder a bases de datos, pero sobre todo, favorecer el intercambio de ideas, opiniones, materiales, fotografías y trabajos de manera colaborativa.

4.2. Actitud de los estudiantes respecto a la utilización de la Plataforma virtual

Se aplicó la escala tipo Likert, al iniciar el proceso de enseñanza y aprendizaje del Curso Políticas Educativas en la modalidad presencial con el propósito de conocer la actitud de los estudiantes (Ver Tabla 1).

Tabla 1. Uso de la plataforma virtual iniciando el curso

Fuente: Elaboración propia.

En las respuestas de los estudiantes aparecen elementos muy curiosos, como el hecho de que el 68.5% de los estudiantes no consideran posible combinar el trabajo presencial con el trabajo a distancia a través de la plataforma, porque creen que ésta deshumaniza las relaciones entre los compañeros y los docentes, piensan que contribuye al asilamiento de las personas y al aburrimiento en el desarrollo de las actividades y no logran apreciar cómo puede ésta incrementar el rendimiento académico durante el desarrollo del curso. De igual forma, el 54.2% considera que la plataforma virtual es muy difícil de manejar porque requiere de manejo de ofimática, el 45.6% no cree posible que a través de la plataforma virtual se pueda respetar el ritmo de trabajo y mantener horarios flexibles. Lo curioso es que el 74.2% manifiestan una actitud positiva respecto a que el uso de la plataforma virtual favorece el desarrollo motriz, cognitivo y tecnológico, aunque no parecen comprender cómo el uso de la Blackboard contribuye al aumento del rendimiento académico.

El proceso de enseñanza y aprendizaje del curso de Políticas Educativas, desarrolló el 60% de actividades de manera presencial y el 40% de actividades a distancia utilizando las diversas herramientas de la plataforma virtual Blackboard, en el primer período académico de 2012, después de lo cual se apreció un cambio conceptual y actitudinal en los estudiantes. Respecto a la afirmación “Estudiar apoyado en una plataforma virtual es muy difícil porque requiere de manejo de ofimática”, el 71.4% de los estudiantes están estar en desacuerdo pues consideran que el aprendizaje semipresencial favorece el desarrollo de habilidades para el manejo de la plataforma, con relación al 5.7% están de acuerdo con que no resulta fácil el trabajo en una plataforma virtual por que exige un manejo mínimo de ofimática. Sin embargo, el 88.6% de los estudiantes manifiestan estar en desacuerdo con que el trabajo académico con la plataforma virtual contribuye al aislamiento de las personas y el desinterés en las actividades programadas en el aula, porque a través de ella es posible potenciar la comunicación entre los estudiantes y de estos con el docente, además, se desarrollan actividades a través de diversas herramientas, que hacen más interesante el trabajo; mientras que el 5.6% no lo consideran así.

Tabla 2. Uso de la plataforma virtual al finalizar el curso

Fuente: Elaboración propia.

Del grupo de estudiantes, el 91.4% muestra estar en completo acuerdo con que en la plataforma virtual se puede trabajar al ritmo de cada estudiante y en un horario flexible, mientras que el 5.7 % manifiestan estar en desacuerdo con la afirmación. De igual forma, el 74.2% de los estudiantes manifiestan estar en desacuerdo respecto a que el uso de la plataforma virtual produce dificultad motriz, cognitiva y tecnológica con respecto al 5.7% que considera que sí ocasiona tales dificultades. Además, el 100% de los estudiantes consideran que el uso de la plataforma virtual Blackboard contribuye al aumento del rendimiento académico, lo que resulta interesante, porque desde la experiencia, en el desarrollo del curso se ha realizado una complementación del trabajo presencial con actividades desarrolladas en la plataforma virtual, lo que les permite trabajar en un horario flexible, respetando el ritmo de aprendizaje de cada estudiante.

4.3. Dificultades y Ventajas en el manejo de la Plataforma Virtual

Para determinar las dificultades encontradas por los estudiantes en el manejo de la plataforma virtual se aplicó una encuesta corta a los estudiantes antes de iniciar el curso, en la página www.e-encuestas.com, en la que se encontró que el 83% de los estudiantes no habían utilizado antes la plataforma virtual Blackboard en el desarrollo de cursos presenciales de asignaturas disciplinares mientras que el 17% ha utilizado la plataforma virtual en cursos de tecnología en el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), que es un organismo del Estado dedicado a la formación para el trabajo.

Si bien, la mayoría de los estudiantes encuentran dificultad al utilizar la plataforma virtual, estas obedecen a la falta de familiaridad con ella (55%), mientras que los que la han utilizado consideran que resulta complicado el uso (16%), respecto a un 12% de los estudiantes cuyas dificultades radican en la falta de claves o del navegador para acceder a la plataforma y entre las herramientas de la plataforma virtual que les presentó mayor grado de dificultad a los estudiantes fue la realización de exámenes y el envío de trabajos.

Al finalizar el curso, se aprecia un cambio en los estudiantes, el 100% de los estudiantes utilizó la plataforma virtual Blackboard, de los cuales el 88% no presentan dificultad alguna en su manejo, quedando referido a sólo un 12% los que aún tienen algún grado de dificultad. De igual manera, Todos los estudiantes consideran que les resulta de utilidad en el desarrollo del curso, facilita la comunicación con los compañeros y el docente y contribuye a su rendimiento académico. De igual forma, se sienten satisfechos porque han aprendido a usar la plataforma virtual y eso ha favorecido el que algunos profesores ya empiecen a utilizarla en sus clases. Sin embargo, han tenido algunas dificultades relacionadas con la versión de la plataforma que se utiliza que no es tan reciente, lo que ocasiona lentitud y problemas con la clave de acceso, deficiente conectividad y como algunos de los estudiantes trabajan en el horario diurno, cuentan con poco tiempo para ingresar a la plataforma (Ver Gráfico 3).

Gráfico 3. Ventajas y Dificultades en el uso de las herramientas de la Plataforma Blackboard

Fuente: Elaboración propia.

En cuanto a las herramientas que les brindaron mayor facilidad al trabajar en la plataforma fue la participación en foros (20%), el uso del correo (34%), la revisión de los contenidos (29%) y en menor porcentaje, la presentación de trabajos (11%) y la realización de exámenes (6%). Los estudiantes consideran que la herramienta Contenidos es un complemento a las temáticas de la clase presencial; que el Foro, contribuye a la mejoría de la relación entre maestro-alumno; que la herramienta Trabajos permite enviar tareas asignadas por el docente, permitiendo desarrollar mejor los contenidos y considera que la entrega de trabajos en la plataforma virtual resulta mejor que en la forma física, porque no implica gasto de papel y exige más puntualidad que en la presencial. Casi todos los estudiantes coincidieron en afirmar que con el trabajo presencial apoyado en la plataforma virtual Blackboard se ha contribuido a la mejora de las calificaciones, porque favorece el autoaprendizaje y permite ir más allá de los contenidos de la clase presencial, favoreciendo la apropiación conceptual y la aplicación de los conocimientos abordados durante el curso.

5. CONCLUSIONES Y PROSPECTIVAS

Las Facultades de Educación, dedicadas a la Formación de Formadores, enfrentan el desafío de educar a la nueva generación de profesores, con alta capacidad de liderazgo, capaces de incorporar las Tecnologías de la Información y la comunicación en el proceso de enseñanza y aprendizaje, lo cual ha implicado ir más allá de adquirir recursos tecnológicos, sino que ha sido necesario ajustar el currículo de algunos programas. El desarrollo del curso Políticas Educativas posibilitó una nueva forma de concebir el proceso formativo de los estudiantes (maestros en formación) desde un nuevo paradigma, a partir de la relación entre aprendizaje presencial y virtual, procurando el equilibrio entre ellos y brindando una variedad de oportunidades de aprendizaje a los estudiantes, que les permitió aprender de manera significativa, asumiendo una actitud participativa y el cambio actitudinal frente al Aprendizaje Semipresencial.

A través del Aprendizaje Semipresencial, se logra avanzar en el cambio de roles de los participantes y en la dirección del proceso, pues se pasa de un proceso centrado en el docente a uno centrado en el estudiante, en el cual el docente sólo es un facilitador y miembro más del colectivo, por lo cual, se logra animar al estudiante cumplir un rol más activo, lo cual muestra la ganancia de autonomía, desarrollo de competencias comunicativas y digitales, el fomento de la creatividad en el trabajo autónomo, la apertura al trabajo colaborativo, la apropiación conceptual y metacognitiva, la toma de decisiones, la disposición para trabajar en red, pero sobre todo, la posibilidad de vivenciar una forma de aprender diferente a la tradicional, que les permitirá asumir una postura activa en la educación que impartirán a la nueva generación de niños y jóvenes nacidos en la era digital.

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